El éxito del fracaso
El fundador de Amazon Jeff Bezos lidera hoy en día una de las compañías más exitosas de nuestro tiempo. Nadie dudaría de calificarlo como una persona extremadamente hábil. Pero quien lo conoce sabe que además sabe muy bien cómo rodearse de otras personas igualmente hábiles e inteligentes, capaces de ayudarlo a llevar su visión a la realidad. ¿Cómo lo hace? ¿Cómo logra crearse un entorno de puro talento?
Hace unos años, en una entrevista, Jeff Bezos dio una respuesta totalmente opuesta a lo que la mayoría de la gente podría intuir. En una estrategia que parecería ir contra la intuición, confesó que intenta observar la frecuencia con que las personas admiten que se han equivocado y, en consecuencia, cambian de opinión. Según Bezos, la gente realmente inteligente está constantemente replanteándose supuestos y reconsiderando problemas que creían que estaban resueltos. Además, siempre están abiertos a nuevos puntos de vista, nuevas informaciones y, sobre todo, a nociones que desafíen su propia forma de pensar.
En una cultura organizativa que tolera poco el fracaso, esta opinión nos debe llamar a la reflexión en cuanto a la definición del talento: para destacar, hace falta cometer muchos errores y permitirse fracasar. Solo así se puede (des)aprender y adaptarse a un mundo siempre cambiante.